Tráfico de Drogas
Los delitos violentos y el tráfico de
drogas representan amenazas serias para el Estado de Derecho y el desarrollo en
Centroamérica y el Caribe. Si bien el tráfico de cocaína ha sembrado violencia
en Centroamérica y el Caribe, existe la necesidad de promover un gobierno
eficiente y de fortalecer las instituciones que son explotadas por criminales
transnacionales poderosos. Aun cuando los flujos de cocaína que se dirigen
hacia el norte se han reducido, es muy probable que los grupos criminales
involucrados en el tráfico recurran a otras actividades ilícitas que les
permitan obtener ganancias y continuar diseminando violencia a lo largo y ancho
de la región.
De acuerdo con declaraciones del
Director Ejecutivo de UNODC, Sr. Yury Fedotov, "la relación entre el
desarrollo, el Estado de Derecho y la seguridad necesita ser totalmente
comprendida. Las drogas y el delito son también problemáticas vinculadas con el
desarrollo, mientras que la estabilidad puede promoverse a través de la adopción
de los derechos humanos y el acceso a la justicia".
En Centroamérica se registran algunas
de las tasas de homicidios más altas del mundo, con 39 homicidios por cada
100,000 habitantes en Guatemala, 69 homicidios por cada 100,00 habitantes en El
Salvador y 92 homicidios por cada 100,000 habitantes en Honduras en 2011. Dada
su localización geográfica entre los principales productores de coca en el sur
y los principales consumidores de cocaína en el norte, la región se ha
convertido en un corredor. Sin embargo, las altas tasas de violencia no están
siempre vinculadas con el tráfico de drogas. En El Salvador, por ejemplo, se
registra un flujo de cocaína relativamente bajo de unas 4-5 toneladas al año;
aún así, el país posee la tasa de homicidios sostenida en el tiempo más alta de
la región (más de 65 homicidios por cada 100,000 habitantes entre 2000 y
2011).En cambio, pareciera que la disminución de la demanda y el aumento de las
medidas por parte de las autoridades han desencadenado una serie de guerras
brutales entre traficantes que pelean por un pedazo del reducido mercado. La
implementación de la estrategia de seguridad de México en 2006 que interrumpió
el suministro de cocaína desde el sur hacia el norte, desató una disputa por
las nuevas plazas ubicadas en puntos clave de cruce de las fronteras,
particularmente a lo largo de la frontera entre Guatemala y Honduras. De igual
manera, el desplazamiento de las rutas de tráfico hacia el Caribe sigue siendo
una amenaza latente en la región. De acuerdo con diferentes estudios, los
flujos de contrabando se han concentrado en los países que poseen menos
capacidad de combatirlos. El desafío es combatir la impunidad y la corrupción,
mientras se construye capacidad policial y de justicia penal.
Media Centre
Tráfico
de drogas
El tráfico de drogas es un comercio ilícito mundial que incluye el cultivo,
la fabricación, la distribución y la venta de sustancias que están sujetas a
leyes que prohíben drogas. En la Declaración sobre el Estado de Derecho, los
Estados Miembros reconocieron la importancia de fortalecer la cooperación
internacional en la lucha contra el problema mundial de las drogas (párr. 24).
La Asamblea General ha reconocido también que «pese a que los Estados, las
organizaciones competentes, la sociedad civil y las organizaciones no
gubernamentales siguen intensificando sus esfuerzos, el problema mundial de las
drogas… socava la estabilidad socioeconómica y política y el desarrollo
sostenible.» (Cooperación internacional contra el problema mundial de
las drogas
, (resolución
66/183).

La labor de las Naciones Unidas en la lucha contra el problema mundial de
las drogas se basa en tres importantes tratados internacionales de
fiscalización de drogas, la Convención sobre Estupefacientes de 1961 (enmendada en
1972)
,
el Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971
, y
la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico
Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988
. Los
tres convenios atribuyen funciones importantes a la Comisión
de Estupefacientes
y a
la Junta
Internacional de Fiscalización de Estupefacientes
.





Las Naciones Unidas, por conducto del Equipo de Tareas del Sistema de las
Naciones Unidas sobre la Delincuencia Organizada Transnacional y el Tráfico de
Drogas, abogan por reequilibrar la política internacional sobre las drogas,
centrarse más en la salud pública, la prevención, el tratamiento y la atención,
y las medidas económicas, sociales y culturales.
Documentos y enlaces pertinentes
- Convención sobre Estupefacientes de 1961 (enmendada
en 1972)
- Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971
- Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico
Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988
- Comisión de Estupefacientes
- Junta
Internacional de Fiscalización de Estupefacientes
- Debate temático de la Asamblea General en su
sexagésimo sexto período de sesiones sobre las drogas y el delito como
amenaza para el desarrollo, con motivo del Día Internacional de la lucha
contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas
Narcotráfico
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artículo o sección.
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Un centenar de globos llenos de heroína que fueron
tragados y transportadas internamente por mulas(entregadores de
drogas).
El narcotráfico es el comercio
de sustancias tóxicas,1 que
engloba la fabricación, distribución, venta, control de mercados y reciclaje
de estupefacientes, adictivos o no, potencialmente dañinos para la salud
(conocidos comúnmente como drogas). La mayoría de las legislaciones
internacionales prohíben o limitan el narcotráfico, con penas que incluyen la
ejecución por diversos medios,23 aunque
esto varía en función de la sustancia y de la legislación local.
Un estudio de la ONU indica que "el
tráfico global de droga generó aproximadamente 321.6 miles de millones en
2003".4 Esta
cifra sería el 1% del producto
interno bruto global en 2003. El consumo de drogas
está extendido de manera global.
Grupos ilegales, mafias o también denominados carteles gestionan la cadena de suministro. Los cárteles
varían en tamaño, longevidad y organización, dependiendo de la sustancia,
rentabilidad y volumen de cada proceso. En la parte superior de la jerarquía de
estas organizaciones se encuentra el jefe del cartel, que controla la
producción y distribución de la sustancia. Estos junto con los intermediarios
financieros, blanquean los capitales5
obtenidos de actividades ilegales graves. En la parte inferior de la jerarquía
se encuentran los traficantes callejeros de bajo rango, quienes a veces son
consumidores de drogas ellos mismos y sufren drogodependencia, también llamados "camellos",
"jíbaros" o "dealers".
Carguero panameño capturado por las autoridades cerca de
la costa de Panamá, mientras intentaba introducir 100 toneladas de cocaína a
los Estados Unidos.
Índice
Producción[editar]
La mayor parte de las sustancias
estupefacientes producidas en el mundo se cultiva en países de Sudamérica, Sureste Asiático y Oriente Medio, y
después se introduce de contrabando en
los países consumidores
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Historia[editar]
La Primera
Guerra del Opio supuso el primer
conflicto internacional relacionado con el narcotráfico. Inglaterra protegió
con su armada el tráfico de opio entre
la población general de China, algo que era ilegal por decreto imperial.6
Los chinos llevaron el opio a México por
el puerto de Mazatlán y se dieron cuenta rápidamente de que las
condiciones climáticas de Sinaloa permitían
el cultivo de esta planta. Así fue como se iniciaron las primeras rutas de
narcotráfico hacia los Estados Unidos por territorio mexicano.
La fragmentación de la URSS provocó que
muchos arsenales soviéticos, en manos de regiones separatistas, entraran en el
mercado ilícito de armas, en el que narcotraficantes y grupos políticos
radicales fueron sus clientes principales.[cita requerida]
En el 2005 el "United Nations World
Drug Report" estimó el valor del mercado de droga ilícito global durante
el año 2003 en US$13 mil millones a nivel de producción, a US$94 mil millones
al nivel de precios de mayoreo, y a US$322 basándose en los precios del menudeo
y tomando en cuenta las pérdidas en el proceso.
Posición
del gobierno estadounidense[editar]
El gobierno de los EE. UU. se ha
comprometido plenamente en la lucha contra el narcotráfico. El gobierno federal
estadounidense es un antagonista muy enérgico de la industria de droga, y se
rige de acuerdo a las normas internacionales con respecto a la legalidad e
ilegalidad de las drogas. Uno de los ejemplos más controvertidos es el Plan Colombia.
Las leyes particulares de los estados
varían mucho entre sí, y en algunos casos contradicen las leyes federales. A
pesar de la posición oficial del gobierno estadounidense contra el comercio de
droga, agentes gubernamentales estadounidenses y sus diversos recursos se han
visto implicados en el comercio de droga.[cita requerida]
Oliver North, Barry Seal y Albert Albesa fueron
atrapados e investigados durante el escándalo de Irán-Contras,
implicados en el uso del comercio de droga como una fuente clandestina de EE.
UU. para beneficiar a los Contras. La página 41 del informe Kerry al senado
estadounidense en diciembre de 1988 dice
que "de hecho los mayores responsables de la política estadounidense no
eran ajenos a la idea de que el dinero de la droga era una solución perfecta a
los problemas financieros de los Contras."
El veterano de Fuerzas Especiales, el
militar coronel Bo Gritz (jubilado), ha acusado a su país de colaborar
con Manuel Noriega en el narcotráfico. En su libro Called to
Serve (Llamados para servir, aún no publicado en español),
Gritz detalla su papel como un importante empleado del Gobierno estadounidense
atareado con proteger la relación de EE. UU. con Noriega.
Contrariamente a sus metas oficiales, se
sabe que el gobierno de los Estados Unidos ha intentado suspender las
investigaciones científicas acerca de las consecuencias del consumo de
sustancias adictivas. Por ejemplo, en 1995 la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y el
United Nations Interregional Crime and Justice Research Institute (Instituto de
las Naciones Unidas de Investigaciones Interregionales sobre Crimen y Justicia)
(UNICRI) anunciaron, en una conferencia de prensa, la publicación de los
resultados del estudio global más grande sobre el consumo de sustancias
adictivas. Sin embargo, una decisión de la Asamblea Mundial de la Salud
prohibió la publicación del estudio. En la sexta reunión del comité B, el
representante estadounidense amenazó que "Si las actividades de la OMS
relacionadas con las drogas no logran reforzar los métodos de control de droga
probados, deberán retirarse los fondos para los programas pertinentes".
Esto llevó a la decisión de interrumpir la publicación. Hasta ahora se ha
logrado recuperar sólo una parte de ese estudio. Se encuentran disponibles los
perfiles de consumo de la cocaína en 20 países.
Posición
de algunos intelectuales[editar]
Muchos son los escritores, académicos y
artistas que se han manifestado en contra de las medidas que se toman a nivel
mundial en contra del tráfico ilícito de estupefacientes.
En Colombia, Antonio Caballero ha denunciado por muchos años la presencia del
narcotráfico en la vida social, militar, política, artística y religiosa de los
colombianos.8 En su
discurso siempre sale a relucir lo ineficiente de la lucha en contra de las
drogas, la doble moral de los países consumidores frente a los productores, la
conveniencia de los primeros en mantener una guerra en contra de los
narcotraficantes y la de la clase dirigente de los países productores al
escudarse en este conflicto para mantener las desigualdades.
Los autores Doug Stokes y Francisco Ramírez Cuellar han demostrado algunas de las debilidades más
notorias del Plan Colombia, especialmente como excusa para exterminar a las
guerrillas que aún militan en el país.
Posición
de algunos políticos[editar]
La Ex Senadora colombiana Alexandra
Moreno Piraquive, está a favor de
la legalización regulada del cultivo,9
procesamiento, comercialización y consumo de psicotrópicos (con
limitaciones tipo Ley Antitabaco),
como solución de fondo a los altos e infructuosos costos humanos,
sociales, ambientales y financieros que implica la lucha antidrogas. La legalización acabaría con el Mercado negro y
el consecuente Dinero negro que genera el Narcotráfico y también los
daños Ambientales.1011
Crimen y Narcotráfico[editar]
El uso de drogas continua afectando de
manera significativa, tanto en la calidad de vida de las personas como en
fallecimientos relacionados. Una estimación de 183000 muertes relacionadas con
el narcotráfico fueron registradas en 2012. La cifra es menor que la del 2011,
la reducción está relacionada con una mortandad inferior en varios países de
Asia.12
Los grandes carteles, son organizaciones
internacionales, que compiten de manera agresiva por el control del mercado
global y la obtención de beneficios económicos que garanticen la estabilidad de
sus organizaciones. Entre sus acciones ilegales se recogen:
·
Sobornos a
personal judicial
·
Pequeñas
entidades privadas
·
Seguridad:
contratación de pequeñas unidades distribuidoras, contratación de bandas
criminales o sujetos armados (sicarios) que
manipulen el mercado a pequeña escala y realicen varias actividades en favor de
las organizaciones, magnicidios entre otros. También se encarguen de la
seguridad de los cultivos y puntos de distribución de material ilícito.
Tienen un impacto negativo en las
organizaciones o estados, principalmente asociadas a los fenómenos de
corrupción de las estructuras políticas y judiciales, control de los medios de
comunicación, lavado de activos, violencia, terrorismo y drogadicción.
Ya que no pueden resolverse las disputas a
través de los medios legales, los participantes de cada nivel de la industria
de la droga se inclinan a competir entre sí mediante métodos violentos. Al
final de la década de los 90, en los Estados Unidos, el FBI estimaba que el 5%
de los asesinatos eran relacionados con el consumo o venta de droga.
Muchos han argumentado que la arbitrariedad
de las leyes de prohibición de droga desde el punto de vista médico, sobre todo
la teoría de reducción de daño, empeora los problemas alrededor de estas
sustancias.[cita requerida]
Narcotráfico droga
ilegal[editar]
Alcohol[editar]
En algunas áreas del mundo, particularmente
en y alrededor de la península arábica, se prohíbe estrictamente el comercio de
alcohol. Por ejemplo, Pakistán prohíbe
el comercio debido a que su población musulmana es grande. Similarmente, Arabia Saudita prohíbe
la importación de alcohol en su reino, aunque el mismo se pasa por contrabando
en altas cantidades. En otras áreas es considerado como cualquier otra bebida,
y es legal. En otras áreas más, hay un límite de edad para los consumidores, y
es necesaria una licencia para vender alcohol, así como también pueden existir
otras restricciones a su comercio que afecten su publicidad, el
horario de venta, los sitios, etc.
Anabolizantes[editar]
Los esteroides anabolizantes se
emplean como un método para incrementar el anabolismo. Su
efecto principal es el crecimiento del músculo esquelético, así como el desarrollo de características sexuales
masculinas. Los anabolizantes tienen además graves efectos secundarios si se
usan de forma prolongada. Estas sustancias están reguladas de forma legal para
su empleo con fines medicinales en muchos países, si bien en otros son
totalmente legales. En la práctica del deporte de competición el consumo de anabolizantes está considerado una
forma de dopaje.13
La producción de anabolizantes requiere
complicados procesos químicos y equipamiento sofisticado, por lo que se fábrica
sobre todo por la industria
farmacéutica legal (con fines medicinales y
veterinarios) y en laboratorios clandestinos. México y Tailandia son
exportadores de esteroides14 ya que
en estos países son sustancias completamente legales.
Cannabis[editar]
Véanse
también: Aspectos legales del cannabis, Porro
(cigarrillo), Cannabinoide y Tetrahidrocannabinol.
La cannabis es el nombre
genérico de una planta, abreviación de cannabis sativa,
que contiene diversos fito-cannabinoides que actúan sobre receptores del
sistema nervioso central. Algunos de estos actúan como psicotrópico, como
el THC, mientras que otros no, como el CBD.
Se consume principalmente sus flores (marihuana) o la
resina (hachís) de éstas, los efectos perjudiciales para la salud son
menores que los de otras drogas, esto sumado a sus propiedades medicinales,
hace que se utilice con fines medicinales en un alto espectro de dolencias,
incluso en países en donde la legislación no es favorable para esto. Pero cabe
resaltar los efectos nocivos que se tienen a nivel psicológico, tales como
depresión, ansiedad y paranoia. No existe prueba científica, que identifique el
cannabis como un puente para iniciar el uso de otras drogas.
El cannabis fue prohibido en casi todo el
mundo a mediados del siglo XX,
impulsado por E.E.U.U., el cual ilegalizó la totalidad de la planta en 1937, a pesar
de que existía una fuerte industria basada en las aplicaciones industriales de
esta. Sin embargo, en la actualidad está permitido o tolerado su consumo en
muchos países. Es habitual en los países desarrollados el cultivo de esta
planta para su autoconsumo.
En el año 2005 existían
en todo el mundo 530.000 ha de
cultivos destinados al cannabis, que produjeron 42.000 toneladas de esta
sustancia. Los mayores productores del mundo fueron Estados Unidos y México, aunque
la producción está muy repartida. El principal país productor de resina de
cannabis es Marruecos, seguido de cerca por Afganistán. El 70%
de esta resina se consume en Europa occidental.15
Cocaína[editar]
Es un alcaloide tropano cristalino que
se obtiene de las hojas de la planta de coca. El
nombre viene de la coca además del sufijo alcaloide -ina, formando cocaína. La
cocaína pura es extraída originalmente de la hoja del arbusto de la coca que
crece en América del Sur, principalmente en Perú, Bolivia y Colombia, siendo
este último el mayor productor y exportador de cocaina hacia Estados Unidos
y Europa. Hoy en
día, la cocaína es una droga clasificada bajo la Lista II (“Schedule II”) de la
Ley sobre Sustancias Controladas, lo que significa que hay un gran potencial de
abusar de ella.
Hongos
de Psilocybe[editar]
Los hongos de Psilocybe crecen naturalmente en la
mayoría de los climas, por lo que este mercado de droga es menos lucrativo. Aun
así, se puede detectar un crecimiento comercial del Psilocybe, semi-legalmente
en los Países Bajos e ilegalmente de las fases diferentes de madurez de
tejido en forma de hongo secado masticable. Los psiconautas suelen cultivar o recolectar
estos hongos por sí mismos, ya que son comunes a lo largo del mundo.
Metanfetaminas[editar]
La metanfetamina (desoxiefedrina) es un
potente psicoestimulante. Es un agente agonista adrenérgico sintético,
estructuralmente relacionado con el alcaloide efedrina y
con la hormona adrenalina.
Según el "Community Epidemiology Work
Group", los números de incidentes de laboratorios clandestinos de
metanfetaminas informados al "National Clandestine Laboratory
Database" disminuyó de 1999 a 2004. Durante este mismo periodo, incidentes
similares aumentaron en Illinois, Michigan, Ohio y Pennsylvania.
En 2004, se informaron más incidentes en Illinois (926) que en California (673).
En 2003, los incidentes de laboratorio de metanfetamina alcanzaron un nuevo
récord en Georgia (250), Minnesota (309)
y Texas (677).
Hubo sólo siete incidentes de laboratorio de metanfetaminas informadas en Hawaii en 2004.
Opio[editar]
El comercio ilícito internacional en el
opio es relativamente raro o nulo. Las principales organizaciones de
contrabando prefieren refinar el opio en la heroína antes de enviarlos a los
países consumidores, ya que para una cantidad dada de heroína el valor es mucho
mayor que el de una cantidad equivalente de opio. Como tal, la heroína es más
lucrativa, y mucho más fuerte, porque se metaboliza directamente en la
sustancia de la principal psicoactiva que ocurre naturalmente en la morfina del
opio. Afganistán es el mayor productor y exportador de opio en el
mundo para la producción de heroína, aunque de esta planta también se deriva
la morfina, otro
alcaloide que es usado en medicina como analgésico para
el dolor.
Heroína[editar]
La heroína ingresa mediante contrabando a
los Estados Unidos y Europa. Los niveles de purezas varían enormemente por la
región: Ciudades Nororientales tienen la más pura heroína en Estados Unidos
(según un informe recientemente emitido por DEA, Elizabeth y Newark (Nueva Jersey)
tiene la heroína de calidad más pura en las calles en dicho país). La heroína
es una droga fácil de contrabandear porque una pequeña probeta puede
contener centenares de dosis. La heroína también es ampliamente usada de manera
ilegal como una droga poderosa y adictiva que produce intensa euforia que a
menudo desaparece con la creciente tolerancia. Este "golpe" viene de
su alta solubilidad proporcionada por los dos grupos de acetato, mientras que
produce una penetración muy rápida en la barrera del fluido sanguíneo al
cerebro después de su uso. Una vez en el torrente sanguíneo, la heroína se
convierte rápidamente en morfina. La
morfina une entonces a los receptores del opioide en
el cerebro y el cordón espinal, mientras causando los efectos subjetivos.
Pueden tomarse heroína y morfina o administrarla de varias maneras, incluyendo
resoplado e inyección. Estos también pueden fumarse inhalando los vapores
producidos cuando son recalentados (conocido como "cazando el
dragón").
Las penalidades por contrabandear heroína
son a menudo ásperas en la mayoría de los países. Algunos países del sudeste asíatico castigan con pena de muerte el
contrabando ilegal de heroína o morfina, que son parte de la Convención
Única sobre Estupefacientes. En Singapur y Malasia, el
castigo por el tráfico, posesión y uso de heroína y morfina es más severo que
incluso para las otras drogas, incluyendo otros opioides y la cocaína.
Morfina[editar]
La morfina es un alcaloide fenantreno del opio, siendo
preparado el sulfato por neutralización con ácido sulfúrico. Es una sustancia controlada, opioide agonista utilizada
en premedicación, anestesia, analgesia, tratamiento del dolor asociado a la
isquemia miocárdica y para la disnea asociada al fracaso ventricular izquierdo
agudo y edema pulmonar. Es un polvo blanco, cristalino, inodoro y soluble en
agua.
Aunque la morfina está catalogada como
droga alucinógena prohibida en algunos países de Asia, es una droga muy
utilizada en medicina como analgésico para
el dolor. No obstante, el comercio de esta droga es severamente controlado por
las autoridades de cada país, evitando que termine comercializándose en las
calles de manera ilegal.
Tabaco[editar]
El comercio de tabaco, si bien
es legal, está gravado en la mayoría de los países con fuertes impuestos16 y por
otro, cubrir los gastos sanitarios derivados de las enfermedades causadas por
el tabaquismo. En la Unión Europea,
los impuestos representan al menos el 70% del precio de venta del tabaco,17 subiendo
hasta el 80% en el Reino Unido.18 Es por
ello que el contrabando ofrece un alto margen de beneficios.
En Estados Unidos los
impuestos del tabaco varían enormemente entre los diferentes estados,19 lo que
favorece el contrabando interno a través de las fronteras estatales. Por otra
parte, estos impuestos son más bajos que en Canadá, lo que
ha generado un flujo de mercancías ilegales en dicha frontera. El reino
de Bután prohibió
la venta de tabaco en 2004, lo que provocó la aparición de un lucrativo mercado
negro.
Se estima que un tercio de la producción
global de tabaco acaba en el mercado negro.20 En
muchos casos son las propias tabacaleras las que se benefician: Altadis,21 British
American Tobacco,22 Philip Morris23 se han
visto involucradas en casos de contrabando.
El comercio ilegal
de drogas legales[editar]
Las drogas legales como el tabaco y el
alcohol pueden convertirse en mercancía de contrabando y comercio ilegal si la
diferencia del precio entre el origen y el destino es lo suficientemente alto
para hacerlo lucrativo. Con los impuestos en el tabaco, (mucho más altos en el
Reino Unido que en resto de Europa) éste es
un problema considerable en el Reino Unido. También suele ser ilegal vender o
proporcionar tabaco o alcohol a menores, lo cual es considerado como
contrabando en la mayoría de los países.
Drogas
prescritas[editar]
Algunas drogas que se pueden adquirir
legalmente con prescripción médica también están disponibles por medios
ilegales, eliminando la necesidad para fabricar, procesar y entregar
directamente las drogas. Por ejemplo: Los opioides recetados
a veces son mucho más fuertes que la heroína encontrada en la calle, por
ejemplo el grupo de los análogos del fentanyl. Provienen de prescripciones
médicas robadas o divididas, u ocasionalmente vendidas por internet. Sin
embargo, es mucho más fácil controlar el tráfico de drogas prescriptas que de
las drogas ilegales porque el fabricante normalmente es una empresa
originalmente legal y así el problema puede encontrarse a menudo prontamente y
neutralizarse. Podría haber también un riesgo reducido de contaminación o
pobreza del producto respecto a los casos de fabricación en laboratorios
clandestinos.
Internet
y las sustancias controladas[editar]
Existen sitios de internet que
ofrecen vender las sustancias controladas sin una prescripción válida. Dichos
sitios fueron reconocidos primero por la Sección de Justicia Estadounidense en
1999, indicando que tales sitios habían estado operando por lo menos a través
de los últimos años de la década de 1990. Estos permiten a distribuidores y
usuarios completar las transacciones sin necesidad de mantener contacto
directo. Mientras muchos aceptan las tarjetas de crédito, otros sólo aceptan dinero en efectivo para reducir la
evidencia de la existencia de la operación. Muchos de estos sitios se organizan
en países en los que las categorías específicas de sustancias controladas son
localmente legales (por ejemplo los opioides recetados en México), pero debido
a la naturaleza global de internet, pueden negociar (principalmente en forma
ilegal) con clientes alrededor del mundo. Además de los opioides de la regla,
estimulantes, y sedativos, se distribuyen a menudo ampliamente los esteroides.
Hasta la fecha, no se encontró ningún sitio que vendiera drogas ilegales como
la heroína o los derivados ilegales de la anfetamina. La policía ha descubierto
varios casos de circuitos de distribución que utilizan anuncios personales para
solicitar negocios de droga, utilizando contraseñas o frases preformuladas.
El tráfico ilícito de drogas y estupefacientes es universal y refleja cada
vez más acentuadas modalidades de abuso de drogas.
América Latina se ha convertido en una de las
regiones clases del tráfico mundial Latinoamericano y de las regiones de
Caribe, a través de las cuales los narcotraficantes distribuyen las drogas, utilizando a estos países como importantes rutas
del tráfico de drogas.
Para Venezuela se trata de una "cuestión de Estado" por las consecuencias negativas que el narcotráfico genera al desplazarse desde territorio
colombiano hasta territorio venezolano. Es por ello que este tema siempre
está presente en la agenda bilateral de Venezuela, para demostrarle a Colombia nuestro interés en la materia.
Antes de referirnos a los tipos de tráfico de droga que existen, es necesario definir lo que se
entiende por tráfico de droga. El tráfico de drogas es
un delito consistente en facilitar o promocionar
el consumo ilícito de determinadas sustancias
estupefacientes y adictivas que atentan contra la salud pública con fines lucrativos, aunque esta
definición puede variar según las distintas legislaciones penales de cada
Estado.
Por tráfico de drogas se entiende no sólo cualquier
acto aislado de transmisión del producto estupefaciente, sino también el transporte e incluso toda tenencia que, aun no
implicando transmisión, suponga una cantidad que exceda de forma considerable
las necesidades del propio consumo, ya que entonces se entiende que la tenencia
tiene como finalidad promover, favorecer o facilitar el consumo ilícito
(entendiéndose como ilícito todo consumo ajeno). En algunas legislaciones se
considera delito solamente el tráfico, pero no la tenencia de drogas en
cantidades reducidas a las necesidades personales del consumidor, mientras que otras tipifican como conductas
delictivas tanto el tráfico como la tenencia.
Existen tres modalidades dentro del tráfico de
drogas, establecidas en base a los medios que se utilizan para realizar el tráfico de
drogas. Estos tres tipos son los siguientes:
a.- Tráfico Aéreo:
Consiste en aquel que utiliza como medio de tránsito, naves o aeronaves
públicas o privadas, para que transporten vía aérea sustancias estupefacientes
o psicotrópicas.
b.- Tráfico Marítimo: Consiste en aquel que utiliza como medio de
transporte buques, barcos, etc, para que transporten vía marítima sustancias
estupefacientes o psicotrópicas depositadas en container u otros lugares del
buque.
c.- Tráfico Terrestre: Consiste en aquel que utiliza como medio de
tránsito, vehículos o cualquier medio de transporte vial, para que trafique vía
terrestre sustancias estupefacientes o psicotrópicas, cualquiera sea su forma
de ser embalada.
Pero existe otra figura excepcional aparte de estas
tres ya mencionadas, y es el tráfico de drogas por medio de humanos, la cual es
una nueva modalidad bien conocida con el nombre de narcomulas intraorgánica, en
la cual se introduce en el estómago de un individuo cierta cantidad de dediles para facilitar el
tráfico de varios gramos de droga, que en muchos casos resultan infructuosos
debido a la ruptura de dediles, que pueden ocasionar hasta la muerte del narcomula; todo esto con la finalidad de
evadir las medidas de seguridad que cada día son más rigurosas e intensas,
sobre todo en los aeropuertos, en pro de la lucha contra el tráfico de drogas.
Inicialmente la guerra contra las drogas tuvo una etapa que tenía
mucho de represiva, unilateralmente, y algo de ingenuidad. Se creía que bastaba
con erradicar las zonas de cultivo, reprimir los adictos, distribuidores y
cabecillas del negocio, acrecentar y mejorar los sistemas de control aduaneros y crear una campaña desestimuladora
del consumo, para contener las oleadas de droga que fluían desde los países
productores y refinadores sudamericanos. Así, se aplicaron medidas para
erradicar los cultivos de coca, mejorar los sistemas de detección y decomiso
del producto, aumentar las detenciones de los implicados en el negocio y dictar
disposiciones legislativas cada vez más severas para la penalización del
consumo, la tenencia y el tráfico de drogas. Pero todas esas medidas resultaron
inútiles.
Se pasó, entonces, a una lucha cada vez más
frontal: se estableció una red de inteligencia para detectar laboratorios clandestinos e
intervenir envíos masivos de droga; se decomisaron insumos para la refinación;
se mejoró el control de aduanas y de vigilancia de fronteras, aeropuertos y
costas; se extraditaron a los Estados
Unidos renombrados narcotraficantes;
se estrecharon los lazos entre las policías mundiales contra la droga y comenzó
el programa de promoción de cultivos alternativos a la coca. Pero los
resultados, aunque más significativos, aún no lograron debilitar el
inmenso poder del imperio de la droga. A cada hectárea
erradicada, con la utilización de poderosos defoliantes que contaminaban
el ambiente, le seguían nuevas siembras en lugares vírgenes y
cada vez más recónditos. Por cada laboratorio destruido (y se destruyeron sólo en Colombia
unos 5.000 entre 1984 y 1991), surgían otros cada vez más sofisticados y más
escondidos en la selva; a las extradiciones (se extraditaron 38
narcotraficantes.
La lucha contra el tráfico de drogas ha llevado a
ejercer presión permanente sobre las vías de introducción y tránsito de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas y de productos químicos esenciales, lugares de distribución y de comercialización de drogas e insumos, detección de pistas de
aterrizaje clandestinas, destrucción de plantaciones, detección de
consumidores, aprehensión de traficantes, realización de análisis químicos de substancias, etc.
Existe una mayor integración de las labores de inteligencia con los demás
órganos de policía nacionales y extranjeros con competencia en esta materia (en el caso de Venezuela); ya
que se hace insoslayable la necesidad de hacer causa común para enfrentar a un
enemigo que atenta contra la humanidad, que desestabiliza las estructuras mismas de los Estados y de la sociedad; que cobra vidas y bienes y que hace mella en la juventud especialmente.
El combate es implacable en sus diferentes fases,
desde la ubicación y destrucción de cultivos, hasta la detección y
procesamiento de los hechos que configuran el delito de legitimación de narcocapitales.
La Guardia Nacional de Venezuela, con una
trayectoria histórica compleja y con una rica y exuberante experiencia en materia
policial, sin descuidar su misión constitucional respecto a la soberanía e intereses vitales de la nación, durante los últimos años con el concurso de la
cooperación policial internacional, ha venido haciendo frente en forma
sistemática, a esa guerra apocalíptica, con grandes implicaciones mundiales,
como lo es el tráfico ilícito de drogas. Es así como por mandato legal, la
Guardia Nacional a partir del año 1.986, ha venido realizando a través de
la Dirección de los Servicios Contra el Tráfico Ilícito de Drogas,
actividades de control estratégico, relacionadas con la erradicación de
cultivos de marihuana, coca y amapola; incautación de drogas y
precursores químicos, control de naves y aeronaves, captura de traficantes de
drogas, desarrollo de actividades de inteligencia, control de
los espacios geográficos, etc., que le han dado un importante peso hemisférico
en su lucha sostenida contra el tráfico ilícito de drogas y delitos conexos.
El problema de la producción, tráfico y consumo de drogas esta afectando y
preocupa a muchos padres, educadores, políticos, religiosos, gobernantes, etc.
en fin, es mucha la gente que se está poniendo a pensar que hacer.
Vemos que hay personas con una visión equivocada y
distorcionada del problema, con información incompleta. Muchas de ellas desarrollan acciones con buena voluntad pero no dan en el clavo.
El problema es complejo y complicado.
Hoy en Venezuela este es un problema de tipo
social, muy relacionado con la problemática de violencia e inseguridad que se vive en el país en los actuales momentos;
es decir, lo que antes de 1960 era un problema de algunos grupos de consumidores y sus familiares (un problema
individual y de salud), hoy ocupa la atención de todos, nos preocupa a todos. Pasó a ser un
problema colectivo.
El tráfico de drogas es un problema social cuya
solución necesita de la más amplia participación de la ciudadanía y de los organismos públicos y privados: en
acciones orientadas a buscar el desarrollo integral que enfatice el crecimiento
emocional, intelectual y social de la población y educando a las personas a rechazar
participar en esta clase de hechos delictivos.
Es necesario desarrollar prácticas sociales
alternativas: acciones válidas reales dirigidas a modificar las condiciones que
permiten la aparición y el agravamiento del problema del tráfico de drogas o
cualesquiera otra que debilite al individuo y a la sociedad, así como los
obstáculos que nos impiden desarrollar nuestra acción preventiva.
Es necesario desarrollar programas de información, formación y educación preventiva a nivel escolar, familiar y
comunitario, asignando de manera justa la responsabilidad, funciones e importancia que tiene los diferentes
actores.
Necesitamos organizarnos y unirnos para fortalecer
nuestras fuerzas como comunidad para que nuestras acciones sean eficaces.
El tráfico de drogas cubre actividades que van
desde la compra, el financiamiento y el transporte de la materia
prima, los insumos, los productos y los
subproductos, el establecimiento de laboratorios, operación de los mismos y
aeropuertos clandestinos, hasta la creación de intrincadas redes de comercialización al mayor y al detal, de
aparatos de violencia y de soborno a funcionarios y políticos y de mecanismos
para el lavado de dólares. Por otra parte, dado su carácter de ilegalidad, conlleva el establecimiento
de sociedades secretas, cerradas y selectivas, como ocurre
con todas las mafias En la práctica, funciona como un mercadosegmentado,
con ofertas y demandas generadas en países distintos y muy localizados. En ese
mercado, donde los protagonistas actúan con una gran racionalidad económica
-buscando optimizar sus beneficios económicos y políticos-funcionan dos
sectores: uno oligopólico, que controla las actividades más rentables del
negocio (refinación, transporte y distribución al por mayor del producto, así
como de lavado de los beneficios) y otro, competitivo, formado por los
numerosos cultivadores independientes de la coca, refinadores y comerciantes
del PBC o pasta básica, y distribuidores callejeros de la cocaína al detal en los principales centros de
consumo :
La cocaína, el producto principal del proceso, se caracteriza, por tener una oferta elástica, debida a la alta rentabilidad del rubro en comparación con otros cultivos y
por la disponibilidad relativa de mano de obra y de tierra en los países productores, que son, a su vez,
países pobres. Además, la cocaína tiene una demanda inelástica, por el carácter adictivo de la
droga y por el gran número de consumidores con alto poder adquisitivo existente
en los países industrializados o ricos. Los resultados globales del negocio son
tan elevados, que lo han convertido en uno de los negocios más rentables del mundo.
Venezuela es uno de los principales países de
tránsito para el envío de cocaína, heroína, y cannabis hacia los Estados Unidos
y Europa. Los cargamentos dentro de contenedores por
transporte marítimo comercial constituyen el método predominante de contrabando de una o más toneladas de cocaína. La heroína
se transporta principalmente por correo en las aerolíneas comerciales. Entre
las nuevas tendencias se encuentra un aumento dramático en el contrabando de
heroína que pasa de contrabando y en los nuevos métodos, incluyendo el encubrimiento de grandes cantidades
en el equipaje de carga y posiblemente los primeros intentos de usar los
contenedores de transporte marítimo para la heroína, a veces como parte de un
gran cargamento de cocaína.
Con base en las estadísticas de incautaciones en el 2002, continúan
entrando a Venezuela cargamentos de múltiples toneladas de cocaína,
principalmente de Colombia, por la Carretera Panamericana (en el estado fronterizo del Táchira) y salen de Venezuela
de los estados costeros de Carabobo (Puerto
Cabello), Vargas (Puerto de La Guaira y el
Aeropuerto Internacional de Maiquetía), y Sucre (la costa frente a la Isla de
la Margarita). Las incautaciones sustanciales de cocaína en los estados
fronterizos del Zulia y Bolívar confirman el tránsito de cocaína de Colombia
por la Península de Guajira y por el Río Orinoco, respectivamente.
El tráfico de heroína, según estadísticas de
incautaciones hechas en el año 2002, indica la intensa actividad de entrada por
la frontera colombiana en el estado Táchira, así como la
intensa actividad de salida por el Aeropuerto Internacional Maiquetía. También
se registra un notable tráfico de heroína en la Península de la Guajira y en
las cercanías de Puerto Cabello y Maracaibo.
Después de haber realizado la presente investigación, surgen ciertos argumentos que nos permiten
visualizar algunos aspectos que explican quizás el porqué cada día se
incrementa el tráfico de droga en nuestro país. Es de conocimiento general la críticasituación
económica que padece nuestra nación actualmente, muchas personas se encuentran
desempleadas, motivo este que a muchos les parece suficiente razón para
recurrir a esta clase de actividades ilícitas como lo es tráfico de drogas.
Cabe destacar que este tipo de males sociales se
deben combatir con el incremento de valores dentro de la sociedad, una mejor educación,
oportunidades de progresar económicamente y una mejor calidad de vida, ya que una de las grandes ventajas
que tiene a su favor los carteles de la droga es que brindan a todo aquel que
realice el trafico de estas sustancias, cuantiosas cantidades de dinero, viajes al exterior y una vida llena de bienes materiales antes no poseídos.
El tráfico ilegal
de drogas ha alcanzado niveles de récord en muchos países, y el abuso en el
consumo de estupefacientes es una amenaza real en la mayoría de los países del
mando, según el último informe del organismo de las Naciones Unidas para el
control del tráfico de drogas, cuya publicación estaba embargada hasta ayer al
mediodía. En el estudio anual. de la Junta de Fiscalzación de Estupefacientes
de la ONU se señala que en el año 1983 1.500 personas murieron de sobredosis en
Europa occidental.
El informe de las
Naciones Unidas destaca el impresionante crecimiento del tráfico y consumo de
drogas, no sólo en Europa occidental y Estados Unidos, sino en países que hasta
hace poco se limitaban a producir la droga. Prácticamente, todas la regiones
del mundo salvo los países de Europa oriental se ven afectados por este
problema.La producción clandestina y el tráfico de opiáceos se extiende por los
países de Oriente Próximo (Líbano) y por Afganistán, Pakistán e Irán, así como
por el llamado triangulo de oro (Birmania,
Tailandia y Laos). La India, que tradicionalmente se mantenía al margen de este
tráfico, se ha convertido últimamente en una de las plataformas de distribución
de la droga que viaja con destino a Europa.
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Todos estos países
producen los opiáceos con los que se fabrica la heroína, droga ésta la más
consumida en Estados Unidos y Europa aoccidental. En 1983 se incautaron en
Europa occidental 1.300 kilos de heroína, lo que representó un aumento del 40%
con respecto a 1982. Los países europeos más afectados por el tráfico de
heroína son la República Federal de Alemania, el Reino Unido, Francia, Holanda
y Bélgica.
El consumo de
cocaína, que procede en su mayoría de América del Sur, también ha aumentado en
Europa occidental y Estados Unidos. Los países. de Europa donde se decomisan
mayores cantidades de cocaína son la RFA, Bélgica, Francia, España e Italia.
Perú y Bolivia son los principales productores de hojas de coca, que
posteriormente es elaborada, principalmente, en Colombia.
El estudio de las
Naciones Unidas subraya que, pese a las enormes dificultades que deberán
vencerse, es "indispensable que Perú y Bolivia, los dos principales
productores del mundo, reduzcan su inmensa e incontrolada producción de hojas
de coca". El documento hace también referencia a que Colombia ha
intensificado su lucha contra el tráfico de drogas, sobre todo tras el
asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla.
Por otra parte, los
expertos de las Naciones Unidas se muestran alarmados por el reciente hallazgo
en las selvas brasileñas de la cuenca del Amazonas de plantaciones de hojas de coca
y laboratorios de cocaína. Brasil era hasta hace algún tiempo un país en
tránsito de cocaína y derivados de la coca procedentes de Bolivia, y de Cannabis paraguaya. Al
parecer, opinan los expertos de la ONU, los traficantes han incitado a las
tribus indígenas a cultivar hoja de coca, aprovechándose de su precaria
situación económica.
El consumo de Cannabis, marihuana y
hachís, también ha alcanzado un récord en 1983, año en que fueron confiscados
en Europa occidental 112.000 kilos de este tipo de droga, que procede de
Oriente Pxóximo y los países del norte de África.
También se ha
registrado un aumento en el consumo de productos psicotrópicos, como las
anfetaminas, principalmente en los países escandinavos, y los productos
depresores, en Europa central. Holanda es el único país donde se distribuye
LSD.
Como primer elemento a tener en cuenta para comprender esta
problemática es importante recordar que el fenómeno globalizador de las últimas
décadas ha hecho que casi todo se convierta rápidamente en una realidad de
nivel mundial. Así, el tráfico de drogas es un problema que no es inherente o
exclusivo a una comunidad o a un país.
El consumo de drogas de diferente tipo es una problemática también de nivel mundial y es por esto que aquellos que se dedican a este delito saben que pueden colocar sus productos en casi cualquier parte del globo. De todos modos, también debemos señalar que algunas regiones son tipificadas como productoras, otras como zonas de paso y finalmente las últimas como zonas de consumo masivo. Por lo general, son los países del Tercer Mundo aquellos donde se produce y trafica la droga y los países del Primer Mundo, con regulaciones más estrictas, donde se consume en gran escala todo tipo de narcóticos.
La multiplicidad de problemas que trae este delito
Son muchos y muy variados las complicaciones que trae este tipo de tráfico. Por un lado, el primero y más obvio, el consumo de productos que han sido categorizados por médicos y especialistas como productos dañinos para la salud. Drogas como la cocaína, la heroína, drogas sintéticas y otras son todos productos agresivos para el cuerpo, extremedamente dañinos para el cerebro pero también para muchas funciones corporales y orgánicas. La adicción que generan, además, es en sí misma el peor de los efectos.
Pero el tráfico de drogas no se queda allí. Al ser una actividad ilegal, para poder realizarse debe contar con un complejo y oscuro entramado de violencias que han escalado particularmente en los últimos años. Los diferentes carteles o grupos de narcotraficantes establecen en su región una máquina de poder alternativo a los Estados y de extrema violencia, criminalidad, corrupción y amenazas a quienquiera que busque terminar o complicar su actividad delictiva.
¿Hay soluciones posibles y reales a esta situación?
El tráfico de drogas ha crecido en tal modo y de manera tan siniestra en algunas regiones del planeta que ya podríamos decir que nos encontramos en una situación extrema en la que es difícil ver una mejora. Esto también es así debido a la corrupción política, policial y de muchos diversos estamentos de la sociedad.
Son muchos los que dicen que la única solución posible a este flagelo es la legalización de todas aquellas drogas que, por ser ilegales o estar prohibidas, generan una actividad igualmente ilegal. Esta decisión política es muy difícil ya que implicaría poner en riesgo la salud de la población pero además los riesgos de terminar con esta actividad delictiva y enfrentar a quienes a veces tienen más poder que el mismo Estado.
El consumo de drogas de diferente tipo es una problemática también de nivel mundial y es por esto que aquellos que se dedican a este delito saben que pueden colocar sus productos en casi cualquier parte del globo. De todos modos, también debemos señalar que algunas regiones son tipificadas como productoras, otras como zonas de paso y finalmente las últimas como zonas de consumo masivo. Por lo general, son los países del Tercer Mundo aquellos donde se produce y trafica la droga y los países del Primer Mundo, con regulaciones más estrictas, donde se consume en gran escala todo tipo de narcóticos.
La multiplicidad de problemas que trae este delito
Son muchos y muy variados las complicaciones que trae este tipo de tráfico. Por un lado, el primero y más obvio, el consumo de productos que han sido categorizados por médicos y especialistas como productos dañinos para la salud. Drogas como la cocaína, la heroína, drogas sintéticas y otras son todos productos agresivos para el cuerpo, extremedamente dañinos para el cerebro pero también para muchas funciones corporales y orgánicas. La adicción que generan, además, es en sí misma el peor de los efectos.
Pero el tráfico de drogas no se queda allí. Al ser una actividad ilegal, para poder realizarse debe contar con un complejo y oscuro entramado de violencias que han escalado particularmente en los últimos años. Los diferentes carteles o grupos de narcotraficantes establecen en su región una máquina de poder alternativo a los Estados y de extrema violencia, criminalidad, corrupción y amenazas a quienquiera que busque terminar o complicar su actividad delictiva.
¿Hay soluciones posibles y reales a esta situación?
El tráfico de drogas ha crecido en tal modo y de manera tan siniestra en algunas regiones del planeta que ya podríamos decir que nos encontramos en una situación extrema en la que es difícil ver una mejora. Esto también es así debido a la corrupción política, policial y de muchos diversos estamentos de la sociedad.
Son muchos los que dicen que la única solución posible a este flagelo es la legalización de todas aquellas drogas que, por ser ilegales o estar prohibidas, generan una actividad igualmente ilegal. Esta decisión política es muy difícil ya que implicaría poner en riesgo la salud de la población pero además los riesgos de terminar con esta actividad delictiva y enfrentar a quienes a veces tienen más poder que el mismo Estado.
¿Cómo afecta el consumo de drogas en los
jóvenes?

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Consumir drogas siempre es perjudicial. Pero el daño se incrementa si se
consumen antes de llegar a la edad adulta, ya que repercute negativamente en el
desarrollo del cerebro, por lo cual el impacto y las consecuencias son mayores
a largo plazo.
¿Sabías que las drogas más consumidas por los jóvenes españoles son el
alcohol, el tabaco, el cannabis y la cocaína? Te detallamos los efectos que
estas sustancias pueden provocar.
Alcohol
§ Reduce el volumen
del hipocampo, causando daños en la memoria.
§ Altera la corteza
prefrontal, zona encargada de controlar la conducta para corregir el
comportamiento o el control motor.
§ Reduce la atención
y la capacidad para tomar decisiones.
§ Favorece la impulsividad y
la depresión, ya que el consumo de esta sustancia puede impedir el nacimiento
de nuevas neuronas.
Tabaco
§ La función pulmonar
disminuye y su desarrollo es más lento, en un primer momento produce obstrucción
leve de las vías respiratorias, provocando tos, falta de aliento y
respiración sibilante o jadeante.
§ Aumenta el ritmo
cardíaco en reposo de dos a tres veces más rápido por minuto que en los no
fumadores.
§ Enfermedades
crónicas pulmonares, como bronquitis y enfisema y enfermedad
de los vasos sanguíneos, lo que puede provocar ataques cardíacos o infartos.
Cómo afectan las drogas al organismo
La principal característica común a todas las drogas es la
psicoactividad, es decir, su capacidad para llegar al cerebro y modificar su funcionamiento
habitual.
Las drogas pueden consumirse por diversas vías:
o
Fumada ( como ocurre con el hachís y el tabaco).
o
Ingerida por vía oral (alcohol y drogas de síntesis).
o
Aspirada (como la cocaína y el speed).
o
Inhalada (como los pegamentos).
o
Inyectadas(como en ocasiones la heroína).
Tipos de drogas según sus efectos
Dependiendo de los efectos que producen en el Sistema Nervioso Central,
podemos clasificarlas en tres grandes grupos:
Tipo
de sustancia
|
Definición
|
Sustancias
más comunes
|
Estimulantes
del sistema nervioso central
|
Aceleran
el funcionamiento habitual del cerebro, provocando un estado de activación
|
Estimulantes
Mayores:
- Cocaína - Anfetaminas (speed y otras) |
Estimulantes
Menores:
- Nicotina - Xantinas (Cafeína y Teobromina) |
||
Depresoras
del sistema nervioso central
|
Entorpecen
el funcionamiento habitual del cerebro, generando un proceso progresivo de
adormecimiento cerebral
|
Alcohol
|
Opiáceos:
- Heroína, morfina, opio |
||
Tranquilizantes:
- Pastillas para calmar la ansiedad |
||
Hipnóticos:
- Pastillas para dormir |
||
Perturbadoras
del sistema nervioso central
|
Alteran
el funcionamiento del cerebro produciendo distorsiones sensoriales,
alucinaciones, etc
|
Alucinógenos:
- LSD - Mescalina |
Derivados
del cannabis:
- Hachís - Marihuana |
||
Drogas
de síntesis:
- Extasis - Eva |
Estos grupos pueden servirnos para clasificar de manera general las
sustancias aunque algunas de ellas producen distintos efectos. Por ejemplo, los
derivados del cannabis pueden generar efectos depresores y a la vez
perturbadores en el sistema nervioso de la persona que los consume.
CÓMO AFECTA EL CONSUMO DE DROGAS A LA
FAMILIA?
By
-
2017-11-21
El
abuso y consumo de estas sustancias puede provocar serios daños en sus
integrantes
Las drogas no
solo dañan a las personas que las consumen, también afectan las relaciones
sociales, laborales y por supuesto, a las familiares, desembocando en ésta
última situaciones poco deseables para sus miembros.
De acuerdo con el sitio
hablemosdedrogas.org existen algunos problemas a los que se enfrenta la
familia ante una situación de consumo, ¡sigue leyendo!
DESATENCIÓN
Cuando los padres de familia
son los que consumen las drogas, con
frecuencia desatienden a sus hijos, desde sus necesidades físicas hasta las
emocionales y cognitivas.
VIOLENCIA
El abuso de estos narcóticos
también incita a la violencia,
incluso hay dos momentos principales en donde se ve reflejada esta conducta:
cuando hay un exceso de droga en el cuerpo y cuando se pasa el efecto.

ABANDONO
Uno de los efectos más
desgarradores del abuso de drogas en las familias es especialmente el abandono.
Una vez que las drogas han
alterado las vías nerviosas en el cerebro, el deseo de consumirlas se
vuelve más importante que los amigos y que la propia familia.
FINANCIERO
El abuso de las drogas afecta
financieramente a la familia, pues de aquí se deriva el robo, esto para
conseguir dinero y adquirir los narcóticos.
RELACIONES
SEXUALES
El abuso de estas
sustancias altera las relaciones sexuales, provocando algunas
veces, violaciones.

Como puedes darte cuenta, la
familia sufre al igual que la persona que consume drogas, lo importante es que
ante este tipo de situaciones busques ayuda especializada.
Si tienes alguna duda sobre el
tema de la drogadicción, te invitamos a ver elFacebook Live de “La Rosa de
Guadalupe” el próximo miércoles 22 de noviembre a
las 18:20 horas, donde la especialista
Claudia García González, Directora de Actitudes por México,
resolverá todas tus dudas
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DIAGNÓSTICO, TENDENCIAS Y ACCIONES
El uso
y abuso de sustancias adictivas constituye un complejo fenómeno que tiene
consecuencias adversas en la salud individual, en la integración familiar y
en el desarrollo y la estabilidad social. Aunque en la actualidad toda la
sociedad está expuesta a las drogas, hay grupos más vulnerables que otros a
sufrir consecuencias negativas de su uso, como los niños y los jóvenes,
quienes pueden truncar su posibilidad de desarrollo personal y de realizar
proyectos positivos de vida.
El
gobierno de México inició, desde la década de 1970, acciones para atender
este problema, mucho antes de que la demanda de drogas adquiriera mayores
proporciones, por lo que contamos ya con una considerable experiencia
acumulada. Nuestro país ha realizado esfuerzos importantes por enfrentar este
problema a través del desarrollo de un marco jurídico-normativo e
institucional y de programas que, al mismo tiempo que dan seguimiento a los
acuerdos que México ha firmado en el ámbito internacional, son apropiados a
las características socioculturales específicas de nuestra nación.
Para el
Sector Salud la reducción de la demanda de drogas incluye las iniciativas que
buscan prevenir su consumo, disminuir progresivamente el número de usuarios,
mitigar los daños a la salud que puede causar el abuso, y proveer de
información y tratamiento a los consumidores problemáticos o adictos, con
miras a su rehabilitación y reinserción social. En esta tarea, la Secretaría
de Salud, SSA como cabeza del Sector Salud, promueve un enfoque integral que
incluye, además de las drogas ilegales, a todas las que producen adicción y
problemas de salud pública, e incorpora en los programas a los diversos
sectores públicos y sociales. La sociedad en su conjunto es cada vez más
sensible a este problema y constituye nuestro principal aliada.
El tema
de las drogas ilegales, al que se dedica este volumen, tiene especial
trascendencia, ya que es parte cotidiana de las noticias en el mundo; la
representación social de las drogas y la forma en la que son percibidas por
la opinión pública son de la mayor importancia en nuestro trabajo preventivo.
Debemos evitar que haya un clima de familiaridad y de aceptación social hacia
su uso y evitar, al mismo tiempo, estigmatizar y criminalizar al adicto.
Como en
otros problemas de salud pública, las medidas de prevención y tratamiento de
las adicciones, para ser eficaces, deben estar sustentadas en información
científica, confiable y completa sobre la naturaleza, magnitud y
características del fenómeno. En este sentido, este documento puede ser de
gran utilidad para entender mejor este complejo problema y cómo se presenta
en nuestra realidad: sus tendencias; los grupos de la población afectados, la
aparición de nuevas drogas, los cambios en las formas de uso y la integración
de nuevos grupos a la subcultura del consumo, así como las consecuencias
sociales y en la salud.
Disponer
de este bagaje de información es fundamental para la toma de decisiones, y
responder así a las necesidades de nuestra población, priorizando las
acciones y los recursos disponibles de acuerdo con la naturaleza de los
problemas; también nos indica el impacto alcanzado por las acciones y cómo
reorientar los esfuerzos. Pero esta clase de información requiere de
diferentes estrategias metodológicas que permitan conocer la situación en
distintas poblaciones y a través del tiempo. Por ello, el reporte incluye
tanto las encuestas en los hogares de la población general como en el ámbito
escolar, y otros estudios entre los que no se encuentran en los hogares ni en
las escuelas, como es el caso de los menores en la calle. Otros aspectos de
interés son cubiertos por los trabajos en instituciones de salud, como
centros de tratamiento y en las de procuración de justicia, a través de
sistemas de registro y reporte de casos.
En la
información, destacan los datos de la reciente Encuesta Nacional de
Adicciones (ENA), realizada en 1998, que nos permite analizar las tendencias
con los estudios similares realizados en 1988 y 1993. Los datos indican que,
si bien la prevalencia global del consumo de drogas en México es aún baja al
compararla con otras sociedades, registra incrementos y tendencias
preocupantes. La mariguana se mantiene como una de las principales drogas
consumidas por distintos grupos de la población. Los disolventes inhalables, drogas
utilizadas principalmente por jóvenes, tienden a disminuir su importancia,
pero el uso de la cocaína, droga tradicionalmente consumida por
grupos reducidos de la población, se ha extendido actualmente a diversos
sectores como los jóvenes y los de menos recursos.
Se
observa una emergencia de sustancias previamente no utilizadas con fines de
intoxicación, como ciertos medicamentos ( el Refractyl Ofteno y el
Flunitracepam cuyo nombre comercial es Rohypnol) y, al igual que en otros
países, aparecen en el mercado drogas del tipo de la anfetamina (éxtasis o
cristal). El uso de heroína, si bien es poco prevalente a nivel nacional, se
ha ido incrementando en ciudades de la frontera norte. Estas nuevas
tendencias requieren que desarrollemos respuestas específicas en materia de
prevención y tratamiento.
Uno de
los principales objetivos de este reporte es presentar y analizar información
científica sobre lo que sabemos del uso de drogas en México, pero también
sobre lo que nos falta por saber; en este sentido, también puede ser de gran
utilidad para guiar y reforzar nuestros sistemas de registro y vigilancia
epidemiológica y promover la elaboración de investigaciones enfocadas hacia
aspectos específicos.
Otro de
los propósitos del documento es describir las acciones o respuestas que
nuestro país ha ido desarrollando para prevenir y disminuir este complejo
problema y que deberá continuar reforzando en el futuro. Destaca el Programa
de Prevención y Control de Adicciones de la Secretaría de Salud, que se
encuentra entre los programas sustantivos y prioritarios del sector, y cuya
operación se está impulsando en los niveles estatales y municipales.
La
coordinación con otros sectores públicos y privados en las tareas de
reducción de la demanda es labor central de la SSA. En nuestro país contamos
con numerosas instituciones y organizaciones públicas y privadas que, de
manera activa, desarrollan acciones de la más alta calidad, de investigación,
prevención, tratamiento y formación de recursos humanos en el campo de las adicciones.
Este esfuerzo conjunto, de sociedad y gobierno, sin duda nos permitirá
avanzar en el control de este problema.
Dr. Roberto Tapia Conyer
Subsecretario de Prevención y Control de Enfermedades
Pasado
y presente de las sustancias adictivas y su control
La
presencia y el consumo de sustancias psicotrópicas no es algo nuevo en
ninguna sociedad. Por el contrario, su existencia está documentada en la
historia de la mayoría de las culturas, con variaciones en los tipos de
drogas, los patrones de uso, sus funciones individuales y sociales y las
respuestas que las sociedades han ido desarrollando a través del tiempo. Las
sustancias psicoactivas eran usadas en la antigüedad dentro de las prácticas
sociales integradas a la medicina, la religión y lo ceremonial.
La
ambivalencia social hacia las sustancias adictivas encuentra su mejor
expresión en el antiguo vocablo griego pharmakon, que significa
tanto medicina como veneno, algo que salva o quita la vida.
El uso
de sustancias que alteran los estados de conciencia se ha ido presentando
desde tiempos inmemoriales de manera diversa y puede ser caracterizado como
un consumo ritual/cultural, médico/terapéutico, social/recreacional u
ocupacional/funcional. Las formas de uso de drogas pueden fluctuar de acuerdo
con numerosos factores individuales y sociales.
Así,
los patrones tradicionales de uso fueron desapareciendo a través del tiempo y
el contexto y las formas de consumo cambiaron. Las transformaciones y
conflictos geopolíticos y económicos, aunados a los intereses y
ramificaciones de la producción y distribución internacional de sustancias,
contribuyeron a que el consumo fuera adquiriendo un carácter desintegrador.
Lo que imprime una especificidad e importancia al tema de las drogas en la
actualidad es la forma en que se presentan sus patrones de producción y
distribución a nivel mundial, los efectos económicos, sociales y en la salud
vinculados a esas sustancias, así como su carácter ilícito, su impacto en las
instituciones y la relevancia del tema en la agenda y relación política de
los gobiernos. El fenómeno de las drogas ilícitas no puede ser visto fuera
del contexto del desarrollo de modelos económicos, tecnológicos, sociales y
políticos contemporáneos, de la creciente globalización y sus consecuencias
en la comunicación y en la transformación de estilos de vida y valores
tradicionales.
Se ha
señalado que el consumo de drogas y las políticas han ido cambiando a través
del tiempo, en especial en ciertas sociedades como la de Estados Unidos. Las
actitudes hacia las sustancias y su demanda son cambiantes y se ven influidas
por numerosos factores culturales, económicos y sociales en un país o región;
ha esto se agrega la oferta y accesibilidad de las sustancias y el marco de
control legal y social que rodea al consumo. La percepción del público hacia
distintas sustancias y su mayor o menor rechazo en muchas sociedades, pero no
en todas, condiciona la toma de decisiones políticas hacia su control: En
otros casos, el proceso es inverso y la política de control tiene como
consecuencia el que se busque otras drogas, incluso más dañinas, o que se
produzca un rechazo de la sociedad hacia la política. Un ejemplo es la
reacción de la sociedad norteamericana a la prohibición del alcohol en este
siglo.
La
preferencia hacia ciertas drogas presenta una dinámica, así como las
respuestas gubernamentales a través del tiempo. Desafortunadamente, éstas han
estado guiadas con frecuencia por pugnas morales y políticas en lugar de
basarse en el conocimiento científico de los efectos en la salud, los
impactos sociales y los riesgos individuales específicos de cada tipo de
sustancia. Este conocimiento, puesto al alcance de la sociedad, permitirá que
se considere franca y directamente el problema y que se produzcan cambios de conducta
duraderos en las personas y grupos; aunque la historia nos señala que el
consumo de drogas difícilmente va a desaparecer por completo, se podría así,
en el corto plazo, detener su crecimiento y disminuir las graves
consecuencias que estamos testimoniando.
Las
drogas: uso, abuso, dependencia
La
definición de droga propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
se refiere a todas las sustancias psicoactivas como: "…cualquier
sustancia que, al interior de un organismo viviente, puede modificar su
percepción, estado de ánimo, cognición, conducta o funciones motoras".
Esto incluye el alcohol, el tabaco y los solventes y excluye las sustancias
medicinales sin efectos psicoactivos.
Las
convenciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el control
de drogas no establecen una distinción entre drogas legales o ilegales; sólo
señalan el uso como lícito o ilícito. Pero en general se emplea el término
droga ilegal o ilícita al hablar de aquellas que están bajo un control
internacional, que pueden o no tener un uso médico legítimo, pero que son
producidas, traficadas y/o consumidas fuera del marco legal.
El
alcohol y el tabaco, en estas organizaciones internacionales, son
generalmente mencionados como sustancias más que drogas, debido a que no
están sujetas al control político internacional, con lo que se trata de pasar
por alto que, además de sus fuertes propiedades adictivas, son las que causan
mayores daños a la salud individual y pública en prácticamente todo el mundo.
Por otra parte, en algunas poblaciones las drogas médicas usadas fuera de un
adecuado control terapéutico son la principal causa de abuso y adicción; los
solventes volátiles, aunque no están dentro del mencionado control
internacional, son frecuentemente usados con fines de intoxicación por niños
en muchos países, como en México.
Las
drogas son consumidas para aliviar el dolor, para el tratamiento de una
enfermedad, para cambiar el estado de ánimo, para una búsqueda o abandono de
la identidad, como un escape, para olvidar o para explorar estados de
conciencia y sensaciones. La OMS habla de abuso de drogas cuando se presenta
un uso persistente o esporádico excesivo de las drogas fuera de una práctica
médica aceptable. Como esto fue considerado como muy ambiguo, se comenzó a remplazar
el término abuso con el de uso dañino, que incluye: "un patrón de uso de
sustancias psicoactivas que causa daño a la salud (…) física o mental".
Sin embargo, dentro del contexto del control internacional de drogas, la OMS
utiliza el término abuso para ser consistente con los términos utilizados por
las Convenciones, que emplean indistintamente los términos abuso, uso
inadecuado o uso ilícito.
El
término abuso o uso inadecuado puede tener diversos significados en distintos
países de acuerdo con lo que se considera un problema de abuso de drogas en
una cultura específica. Además la expresión abuso de drogas no hace una
distinción entre los que las consumen de manera ocasional, habitual o
presentan dependencia hacia las sustancias. En general, se ha optado por
emplear indistintamente los términos usar o consumir; el concepto de abuso
incluye un daño a la salud física o mental del consumidor, o se aplica a un
patrón de consumo que es frecuente e interfiere con otros aspectos de la
vida, o se presenta de manera ocasional en periodos de consumo intenso.
En
1963, la OMS decidió abandonar los términos adicción y habituación, para
reemplazarlos por dependencia, entendida como:
Un estado psicológico y a veces también físico
resultante de la interacción de un organismo vivo y una droga, caracterizado
por respuestas conductuales y de otro tipo que siempre incluyen una
compulsión por tomar la droga de manera continua o periódica para
experimentar sus efectos psíquicos y, a veces, para eludir el malestar debido
a su ausencia. La tolerancia -una disminución de los efectos específicos a la
misma dosis de la droga y por lo tanto la necesidad de aumentar la cantidad
y/o frecuencia- puede o no estar presente en la dependencia; una persona
puede ser dependiente a varias drogas.
En 1992
se pensó que era necesario aclarar más el término y fue modificado por:
"un grupo de fenómenos fisiológicos, conductuales y cognitivos de
variable intensidad, en el que el uso de drogas psicoactivas tiene una alta
prioridad; (…) hay preocupación y deseo de obtener y tomar la droga, por lo
que se adoptan conductas para buscarla. Los determinantes y las consecuencias
problemáticas de la dependencia a las drogas pueden ser biológicos,
psicológicos o sociales y usualmente interactúan".
Las
sensaciones provocadas por la droga pueden ser tan necesarias para el cuerpo
y la mente, que su ausencia se vuelve intolerable –síndrome de abstinencia o
supresión- y lleva a algunos usuarios a extremos para conseguirlas. Los
conocimientos científicos no nos permiten predecir quién se volverá adicto y
quién no.
Motivaciones
e influencias del uso de drogas
La
investigación científica ha tratado de identificar los factores que influyen
en que algunas personas usen drogas; y se habla de los personales, los
interpersonales y los del medio ambiente social y cultural. Pero hay pocas
explicaciones sobre por qué la mayoría de los individuos que las prueban
después las abandonan, mientras otros las continúan usando. Tampoco hay
absoluta certeza sobre los factores que hacen que la mayor parte de la
población no las consuma jamás, a pesar de estar igualmente expuesta al
estrés social, a la disponibilidad de las sustancias y a otras realidades adversas
en su vida personal y colectiva.
Sin
embargo, se ha logrado avances importantes en el conocimiento y comprensión
del fenómeno, que provienen tanto de la neurobiología y la genética, como de
la psicología y otras ciencias sociales y de la conducta. De este modo, hay
diversas teorías sobre la relación de los factores biológicos predisponentes
que, al establecer contacto con la droga, hacen que algunos individuos sean
más susceptibles a desarrollar dependencia. También hay teorías psicológicas
que, en concordancia con las recién mencionadas, hablan de una personalidad
más vulnerable a desarrollar un vínculo estrecho con las sustancias. Se dice,
asimismo, que ciertos rasgos y necesidades personales tienen relación con el
tipo de droga consumida o preferida.
En
contraste con estas teorías, se encuentran los autores de otras corrientes
que ponen el acento en el aprendizaje social y la influencia del grupo donde
se mueve el individuo y su integración al mismo. Los estudios sociológicos de
la desviación han desarrollado teorías sobre la interacción entre la conducta
del consumo y la forma en que otros la clasifican y sancionan.
La
investigación muestra que el inicio del uso de drogas a menudo ocurre durante
la adolescencia o juventud, periodo de transición caracterizado por el
estrés, la ansiedad y la búsqueda de nuevas sensaciones, así como de
diferenciación de los adultos. Puede comenzar como una forma de manejar
emociones negativas y de respuesta al sentimiento de vivir en un mundo
caótico y hostil. Se ha señalado reiteradamente que la presión del grupo de
pares, la curiosidad y la pobre integración familiar, son factores que
contribuyen al uso de drogas. Asimismo, son mencionados otros factores, como
la pobreza, la falta de alternativas y una percepción desesperanzada del
futuro.
Otros
estudios sugieren que los que están en mayor riesgo de consumo tienen
características que los alejan de los valores convencionales, con mayor
preocupación por su independencia y autonomía, con una visión sombría de la
sociedad en general, poca compatibilidad entre las expectativas familiares y
las de su grupo de pares, y que perciben poco apoyo familiar, valorando más
el de sus amigos.
Hay
acuerdo en que la familia juega un papel importante en estas conductas: las
actitudes y patrones de consumo; el tipo y grado de comunicación, respeto y
cercanía; la existencia de lineamientos claros y consistentes en las
interacciones familiares, de las responsabilidades y atribuciones de cada
miembro, contribuyen a aumentar o disminuir los riesgos de consumo del menor.
La presencia de una cohesión en la estructura social, familiar y comunitaria,
con atención a las necesidades, capacidades y limitaciones de sus miembros,
parece contribuir de manera importante a evitar conductas destructivas, violentas,
o de transgresión.
Las
actitudes y conductas familiares en materia del cuidado de la salud y de la
formación de hábitos saludables, así como el manejo de las emociones
positivas y negativas, pueden ejercer también una influencia relevante en el
niño, tanto hacia evitar el consumo de sustancias como en otros aspectos de
su desarrollo.
Otros
factores analizados que parecen contribuir a una mayor vulnerabilidad hacia
el uso de drogas, son la desintegración y transición, a veces acelerada de
las estructuras sociales tradicionales, donde no ha habido el tiempo
necesario para remplazar las viejas normas, valores y costumbres por otros,
lo que provoca estados de fractura cultural, como en caso de los migrantes.
Las teorías generadas en este ámbito también incluyen la alienación y la
anomia social, como aspectos que ejercen una influencia.
Un
papel cada vez más relevante se concede a los medios masivos de comunicación
y a la globalización de la información. Cotidianamente los medios incluyen
noticias sobre las drogas, que han creado un falso sentido de familiaridad
con el fenómeno y, en ocasiones, una asociación con estilos de vida y valores
materiales que pueden propiciar la difusión de imágenes parciales y
distorsionadas del problema de las drogas.
Esta
publicación ofrece una visión de conjunto, objetiva y actualizada, del uso y
abuso de drogas ilegales en México y de las respuestas que el gobierno
mexicano ha desarrollado para enfrentar este reto. Su objetivo es divulgar la
información de mayor interés que se ha producido en torno a la problemática
de las drogas en los últimos años y conocer los principales programas y
recursos que se han desarrollado en materia de prevención y tratamiento.
El
texto incluye información producida por distintas instituciones y organismos
que se caracterizan por elaborar estudios de alta calidad científica. Los
estudios y sistemas de información tienen diversas coberturas y estrategias
metodológicas, que permiten conocer aspectos distintos del problema, ya que
no existe una sola metodología capaz de describir y analizar en forma
completa el consumo de drogas en todos los sectores de la población a través
del tiempo. Los métodos utilizados en la obtención de información son
comparables a nivel internacional y se utiliza indicadores que son
considerados por los organismos y la comunidad científica internacionales
como los más confiables y adecuados para reflejar el estado del problema.
Con
base en la información generada desde hace varios años y a partir del trabajo
realizado por diversos sectores públicos y privados, se ha desarrollado una
serie de acciones y respuestas con las que México atiende el problema. El
Programa de Prevención y Control de Adicciones, como marco normativo para la
acción, plasma la visión sobre el problema del Sector Salud. El documento
aborda las principales actividades que se realizan en materia de reducción de
la demanda de drogas ilegales y plantea, con base en las tendencias
emergentes del problema y en las necesidades derivadas, las líneas de trabajo
que se debe reforzar y las nuevas acciones que se debe emprender.
Esta
publicación está integrada por dos secciones que en su conjunto componen 12
capítulos.
La
Sección I se ocupa del Diagnóstico y tendencias del uso de drogas en México,
donde se presenta los datos disponibles sobre el consumo de sustancias
ilegales y su evolución en distintas poblaciones y a través de diversas
estrategias metodológicas. Ls sección está integrada por siete capítulos:
El Capítulo
1 trata de la naturaleza de la información y de las cuestiones
metodológicas, así como de las instituciones que en nuestro país están
dedicadas a su recopilación y análisis.
El Capítulo
2 describe los principales hallazgos de la Encuesta Nacional de Adicciones,
realizada en 1998, donde se presenta la prevalencia de consumo de drogas en
nuestro país por grupos de edad y sexo, las principales variaciones
regionales y las tendencias observadas entre 1988 y 1998.
El Capítulo
3 ofrece información obtenida en Encuestas en la población
estudiantil realizadas durante el periodo de 1976 hasta 1997, que permiten
estimar los cambios en el consumo de sustancias entre los jóvenes en las
escuelas.
En
el Capítulo 4 se proporcionan datos obtenidos por varios
Sistemas de Información:
-
SISVEA (Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones), que
desde 1991 incluye indicadores continuos del consumo de drogas y problemas
asociados provenientes de los registros de instituciones, como los centros de
tratamiento.
- SRID
(Sistema de Reporte de Información en Drogas), que desde 1987 proporciona
información continua sobre consumidores de drogas captados en instituciones
de justicia y salud en la ciudad de México.
El Capítulo
5 ofrece información obtenida a través de Estudios en poblaciones
especiales, de difícil acceso o de alto riesgo, desarrollados desde 1978 y
que incluyen, entre otros, los trabajos sobre menores en las calles.
El Capítulo
6 presenta datos sobre la Situación del consumo en México en el
contexto internacional, donde es comparada la información de nuestro país con
la de otras sociedades.
Por
último, el Capítulo 7 ofrece las conclusiones sobre los
principales Desafíos que enfrenta México en el consumo de drogas y las
respuestas que en materia de políticas de salud son necesarias.
La
Sección II contiene una descripción de Las respuestas de México ante el
consumo de drogas, que incluye las políticas de salud que en la materia ha
desarrollado este país, así como los principales recursos y acciones implantadas.
También presenta los programas e iniciativas de otros sectores, como el
educativo. Consta de cinco capítulos:
El Capítulo
1 expone una breve descripción del Marco jurídico-normativo de la
reducción de la demanda en México y la responsabilidad del Sector Salud.
En
el Capítulo 2 se presenta el Programa de Prevención y
Control de Adicciones, sus objetivos y principales estrategias.
El Capítulo
3 está dedicado a las Principales líneas de acción desarrolladas en
el ámbito nacional en materia de investigación, prevención, tratamiento,
capacitación y normatividad.
El Capítulo
4 plantea los Mecanismos de coordinación y evaluación de las
acciones a nivel federal, estatal y local, la participación de otros sectores
públicos y privados y la cooperación internacional.
Por
último, el Capítulo 5 propone el Desarrollo de nuevos
esfuerzos, donde se analiza qué respuestas se deben crear, intensificar y/o
ampliar de acuerdo con las necesidades y retos existentes y emergentes.
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